Cuántica, personas y organizaciones

La mecánica cuántica seguirá instalándose en nuestras vidas sin pausa.

La mecánica cuántica se basa en axiomas, que son verdades indemostrables. Un axioma o postulado es lo opuesto a un prejuicio, por lo que está sujeto a crítica, a error, a refinamiento, a sustitución.

José Ignacio Latorre

 

Después de la visita a la didáctica exposición “Cuántica” presentada en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, recuperé el interés por una materia tan poco obvia, compleja y sutil como es la mecánica cuántica.

Ya hace años que intuía que algunos axiomas de la física cuántica recuerdan algunas dinámicas básicas de la complejidad de comportamiento de las personas en las organizaciones: La imposibilidad de prever la conducta individual pero si la colectiva, el efecto del observador sobre la actuación de personas, etc. En este breve artículo me gustaría compartir algunas reflexiones a partir de la lectura del magnífico libro de José Ignacio Latorre[1], centrándome en los cuatro postulados esenciales que identifica.

Postulado 1 Información: “La información que tenemos sobre un sistema físico viene descrita por un objeto matemático que denominamos función de onda que contiene toda la información que podemos disponer de un sistema. Así, podemos predecir qué hará un electrón pero no lo que es”.

Cuando analizamos las organizaciones complejas (empresas, administraciones públicas, fundaciones, etc.) observamos el mismo principio, podemos comprender como actúa, conocer su historia y prever sus impactos futuros pero, a pesar de que a menudo hacemos esfuerzos para comprender que es realmente, no acabamos de descubrir su esencia, posiblemente una simple “realidad intersubjetiva”[2].

Latorre apunta que “la información que disponemos sobre un sistema puede ser una superposición de varias opciones (…), una función de onda puede comprenderse como suma de dos opciones. La información del sistema es compatible con dos formas de construirlo”.

Como en cualquier organización, las potencialidades de realidad son múltiples y todas posibles, solo en el momento de la observación se determinará cuál es su estado. Cuál es su realidad.

Postulado 2 Saber: El segundo postulado de la mecánica cuántica establece que solo podemos conocer ciertas propiedades de un sistema. En palabras de Werner Heisenberg “Hemos de recordar que lo que observamos no es la naturaleza en sí misma, sino la naturaleza expuesta a nuestro método de preguntar”. Es decir, solo podemos obtener información de lo que realmente medimos u observamos.

Ya hace tiempo que es bien conocida por las empresas que aquello que no se mide no existe, o dicho de otra manera, que centremos todos los esfuerzos en todo aquello que tiene descritos unos indicadores que permitan marcarse unos objetivos cuantificables. Este hecho no significa que el resto no exista, sino que tan solo somos conscientes y focalizamos esfuerzos en aquello que somos capaces y hemos tenido cuidado de medir.

Sin duda, la creciente digitalización de las organizaciones y el uso de la inteligencia artificial afectaran profundamente a este postulado y, en consecuencia, la capacidad de observar realidades nuevas y más complejas de las empresas y administraciones.

Postulado 3 Mirar: El tercer postulado dicta que “el resultado de una medida es aleatorio. Solo tenemos acceso al conocimiento mediante probabilidades (…) El azar existe, es inherente al proceso de medida, es inevitable, limita nuestro conocimiento absoluto del mundo. Las personas no tenemos derecho a saber con certeza. No existe esta posibilidad”.

El principio de incertidumbre formulado por Heisenberg concluye que es imposible conocer a la vez la posición y la velocidad de una partícula, porqué en el proceso de medida una de ellas alteramos la otra, de tal manera que un electrón puede ser percibido como una partícula o como una onda, pero no las dos percepciones en el mismo momento.

Podemos entender las organizaciones bajo el mismo principio. Por un lado, es posible observar su evolución a lo largo de los años y describir una historia que permita dar sentido, comprensión y coherencia a toda su evolución, por otro lado, podemos observar una organización en su momento actual, determinar las dinámicas internas, sus procesos y flujos de trabajo, los conflictos inherentes, las expectativas y las dudas sobre el futuro. Las dos miradas nos darán resultados distintos de una misma empresa.

Postulado 4 Cambio: “En el mundo cuántico la información evoluciona de forma determinista y preservando la estructura de probabilidades que subyace en ella. La evolución de la información no tiene azar”.

“El azar se da en el acto de medir, no en la evolución”.

Derivado de este axioma, si no medimos, ¿todo evoluciona de forma determinista? La mecánica cuántica afirmará que sí.

Este postulado nos da una cara y una cruz para la dirección de las empresas. La cara es la necesidad de establecer momentos precisos y adecuados para realizar las medidas de resultados del Kpi’s, la cruz nos permite afirmar que, a pesar de todo, si no se toma ninguna medida, probablemente la organización evolucionará de una forma similar.

No pretendo en este breve artículo proponer que las empresas o administraciones se comporten siguiendo los principios de la física cuántica, tan solo reflexionar que sus principios nos ayudan a comprender mejor el mundo de las organizaciones.

[1] Latorre, José Ignacio. Cuántica: Tu futuro en juego. Editorial Arial, 3ª edición (2017)

[2] Yuval Noah Harari (Sapiens, ediciones 62) propone que los humanos nos distinguimos de otros animales porqué disfrutamos de las realidades intersubjetivas, es decir, ilusiones mentales compartidas y convenidas como realidad por todos los humanos, como por ejemplo una empresa, un estado o una religión.

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