El nuevo liderazgo para una Empresa 3.0


En anteriores artículos destacábamos la relevancia de que las empresas, como actores económicos destacados, asuman su responsabilidad social y medioambiental como eje central de su estrategia y de su actividad, llevando dichos elementos al centro de su modelo de negocio y priorizando, tanto desde los productos y servicios que ofrece la compañía, como desde la forma en que lo hace, la búsqueda de la prosperidad compartida, el desarrollo de la igualdad de oportunidades y el equilibrio ecológico.

Esa forma de hacer empresa requiere de modelos de gobernanza, sistemas de toma de decisiones y liderazgos adecuados. Centrémonos en ese último punto.

Cuando hablamos de personas con los mimbres para llevar a cabo ese tipo de liderazgo, nos referimos a personas transformadoras. Tienen que ser conscientes de la dificultad y de la determinación que requiere liderar una empresa hacia el tipo de transformación que describimos, cuando estamos en un entorno en el que el pensamiento único: predominio del pensamiento liberal clásico, del beneficio como eje central y de la competencia entendida como batalla por la supremacía, son todavía dominantes.

Muchos autores se han referido a ese “líder ético” pero me ceñiré a mis propias palabras reflejadas en el libro Empresa 3.0 publicado por Ediciones Pirámide (Madrid, 2011) cuando al hecho ya mencionado de la necesaria determinación para llevar a cabo la transformación y más allá de las necesarias capacidades profesionales, añado términos como responsable, honesto, consecuente, proactivo y altruista.

Para ejercer ese tipo de liderazgo en ese tipo de empresas, necesitamos “gente de fiar”, gente que sepa comunicar y sepa buscar el consenso alrededor de la misión, gente capaz de entusiasmar, gente genuina que sepa actuar con justicia en todos los aspectos de la vida –también en el empresarial-, que entienda que el beneficio propio es algo que solo es lícito cuando se genera a través de la creación de nuevo valor sensato y sostenible y no a través de dudosas transferencias de rentas. Gente que entienda que en una nueva economía, la sostenibilidad a largo plazo solo se conseguirá si hay una razonable distribución de la riqueza.

Ese tipo de líderes no se forman necesariamente en las fábricas que representan las escuelas de negocio. Esos líderes se forman en las escuelas de valores que deberían ser las familias y en empresas pioneras que han adoptado esa forma de actuar como elemento central.

A esas empresas pioneras que están adoptando esta forma de entender la economía les debemos mucho, no solo la están transformando sino que están ayudando a formar a los líderes del futuro.

No se admiten más comentarios